domingo, 12 de octubre de 2014

Fortuna sonríe- Rayito de luz

Chispita, hija de Milu fue la más pequeña de la camada. Algunos dicen que fue porque atropellaron a su madre al estar preñada, otros que fue por falta de nutrición adecuada  pero el hecho fue que Chispita nació con hidrosefalia. El abergue por aquel entonces estaba en su apogeo.

No lo sé explicar pero desde que la vi, me enamore de ella y me ofreci a cuidarla, el tiempo que durara. Peke y Mosel al principio no la quisieron, no porque no fueran sociales sino porque chispita era una cachorra y ellas no querían lidiar con bebes. Pero conforme pasaron los días las dos se empezaron a encariñar en especial Peke, pienso yo que porque ya habia sido madre. Peke empezó a dejar que chispita durmiera encima de ella y se aseguraba de siempre limpiarle la cara.

Con todas las fuerzas de mi corazón siempre quise que saliera adelante, en especial cuando la veia jugando en el jardín corriendo de un lado a otro. Parecia tan normal. Sólo en algunas ocasiones se caia para adelante porque la cabeza le pesaba mucho. Las primeras veces me preocupé, pero chispita siempre se levantava como si nada. Quizas ella no se dio cuenta pero viendola jugar me enseñó muchas cosas.

Una noche cuando volvi de una reunion, la enconté enferma. Pasé toda la noche en vela cargandola en mis brazos. Le di medicina, pero nada aliviaba su dolor por eso no paraba de auyar. Me sentí tan frustrada porque no podia aliviar su dolor. Lo único que me quedó fue rogar a Dios que se la llevara, quizás no oré con suficiente fuerza porque a la mañana aun la seguia consolando.

Esperé a que saliera el sol, ya sabía lo que debia de hacer aunque ejecutar la resolución a la que habia llegado, me resultó increiblemente difícil pero me obligué a ser fuerte.
Antes de entregarla,  tuve tiempo de despedirme y luego me retiré a llorar en silencio.

A veces no uno elige las cosas que le pasan,  es decir, uno intenta hacer bien las cosas pero a veces pasan cosas "malas" sin que uno haga nada para provocarlas, pero las cosas "malas" sólo son malas si uno así lo desea. Lo digo porque Chispita no decidio nacer así y, a pesar de su condición, ella no se deprimío, ella intentó vivir con lo que le tocó y lo hizo con alegría y cuando se caía, no se quedaba llorando, sólo se levantaba y seguia disfrutando de todo lo demás que la vida le podia ofrecer, así que desde que la conocí aprendí a no quejarme, aun  más, aprendí  a agradecer cualquier cosa con la que me sorprendiera la vida, creo que desde entonces libro mejor los problemas, porque ahora intento tomar cualquier cosa con buena cara.

Chispita, creo que no pudo haber un nombre mejor para ella. Su existencia fue efimera mas no en vano porque después de todo una pequeña chispa es lo que basta para encender un fuego y el que ella encendió lo guardé en mi corazón y desde entonces arde alegre dentro de mi.

No hay comentarios:

Publicar un comentario